martes, 29 de diciembre de 2009

EN GONZALO GIL Y EL CEBOLLAR

Estas fotografías me las ha enviado Andrés Gorriato para que las ponga en el blog, por que él sabe del amor que le tengo a estas tierras.
Y no las podía poner sin hacer un pequeño escrito de lo que significan para mi.

Allá por los años cincuenta mis abuelos Antonio y Maria Ignacia, hijos de Cumbres de San Bartolomé, rodeados de todos sus hijos, se cuidaban de las fincas Gonzalo Gil y el Cebollar.
Mi madre se casó con José María, hijo de Antonio y Maria Ignacia, y al poco tiempo vine yo al mundo. Mi padre trabajaba en estas fincas razón por la que mi madre pasaba tiempo en ellas. Según me cuenta, aquí di yo mis primeros pasos, y Conchita Y Angelines siempre me tenían en brazos, no es que yo lo recuerde, ojala y pudiera recordarlas por lo buenas personas que son, pero mi madre si se acuerda mucho de ellas y las quiere. De quien sí me acuerdo mucho es de Mari Luz – Francisco (dueños del Cebollar) Y de sus hijas, que fueron mis amigas, a las que quise mucho.
Fui creciendo y pasando largas temporadas con mis abuelos en las fincas. No puedo olvidar el sentarnos todos juntos por la tarde a la luz y olor del carburo, en la chimenea y contar cada uno una historia, de cómo le había ido el día y la caza. Y como olvidar el comer todos juntos en el mismo plato un buen gazpacho, o tomates fritos, que nadie sabía freír mejor que mi tía Soledad, parece que veo a mi abuelo partir el pan a trocitos finos para todos nosotros.
Mi abuelo me decía.- Anita Mari, ves al huerto y tráeme tomates, pimientos y pepinos, yo me pasaba el tiempo oliendo las tomateras, no se me va de mi mente ese maravilloso olor.
No puedo olvidar la ribera donde iba a pescar con mi tío Juan, donde me bañaba, donde iba a buscar nidos a los chopos.
Pero sobre todo no puedo olvidar, ni quiero… son los paseos que daba por la ribera y entre los chopos, con mi tío Esteban. El siempre me llevaba a caballo, qué me gustaba ir con él, era cariñoso, simpático, y empreñoso pues siempre me tiraba el humo del tabaco a los ojos. ¡! Que dolor el día que murió, y tan joven… ¡!. Yo tendría cuatro o cinco años.
Me encantaba ver el Alba, ver amanecer en el Cebollar es lo mas hermoso que existe. Cuando llegaba el Ocaso, me deprimía y me quería ir para Encinasola, mi tío Francisco me decía:- mañana temprano ensillo el caballo y te llevo,..- Pero por la mañana al ver el Alba, no había quien me moviera de allí.
Recuerdo cuando iba de caza con mi padre, que no me quería llevar por que decía que cuando yo le acompañaba venia sin comida a casa, por que le espantaba todos los animales, y es que me daba una pena terrible ver matar a un animal, y hacia lo posible para espantarlos, ( y sigo igual no puedo ver matar a un animal. ) Pero siempre venia a casa con un ramo de flores silvestres lirios y margaritas, que él me cortaba y me decía.- hija mía estas flores son preciosas pero ninguna es tan bonita como tú.- Y me hacia unos versos preciosos que por desgracia no recuerdo. Aún conservo su escopeta.
Podía contar miles de cosas de Gonzalo Gil y el Cebollar, Los Valles, La Aldea etc pero no quiero alargarme mas en este escrito.
Solo decir que en Septiembre de 2007, visité las fincas y además de sentir una gran alegría, nostalgia, recuerdos y amor, también sentí una gran tristeza y pena , pues ya no son como cuando yo era pequeña, no hay la alegría de ver todo abierto bien cuidado, con tanta gente como había, y alegría, le faltaba vida.
Yo quiero dar las gracias a Don Luís Sánchez y Conchita, y a Don Francisco y Mari Luz, por lo buenos y cariñosos que siempre fueron con mi familia, y por considerarla como la suya propia..
Y como no, gracias a Angelines y Conchita ( dueñas de Gonzalo Gil ) por dejarme publicar sus fotografias y por seguir siendo tan simpáticas y buenas como siempre. Por lo bien que me han atendido cuando hemos hablado por teléfono.
Y decirles que la próxima ves que yo vaya a Encinasola , me gustaría pasar con ellas por lo menos un día en Gonzalo Gil. Un gran abrazo.

Ana Maria Domínguez.














ANGELINES

CONCHITA

MI TIO ESTEBAN

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